Es el remedio para aquellos estados, en los que pasivamente aceptamos las condiciones de la vida y sus circunstancias, sin encontrar razón suficiente, que nos conduzca a cambiarlas. Limitando la existencia a un roll de espectador, sin involucrarnos activa y resolutivamente en nuestros asuntos.
Cuando recorremos el camino de la vida, sin curar nuestros miedos, las dudas nos salen al encuentro, y si nuevamente, éstas quedan dentro nuestro, sin que podamos resolverlas certeramente, como la vida avanza, alguien, decidirá por nosotros, o decidiremos nosotros, pero influenciados por familiares, amigos, profesores, personalidades más fuertes, o circunstancias adversas, convirtiendo nuestro presente, en algo ajeno a nuestros propios intereses. Si un día caemos en la cuenta de estar viviendo un proyecto de vida que no elegimos, y creemos que ya es tarde para hacer otra cosa, o pensamos, _”para que cambiar, si las cosas son así, tengo todo lo que hace falta y ya está”, esto, es nuestro wild rose. Curémoslo, nunca es tarde.