Es el gran remedio de los cambios, cuando adaptarnos a ellos, conlleva esfuerzo y sufrimiento y aún así, no terminamos de acostumbrarnos a lo nuevo.
Los cambios pueden ser de cualquier tipo e intensidad, como cambiarnos de casa, o trabajo o colegio, cambiar de lugar, provincia, país, En cualquier circunstancia de cambio, si nos cuesta, no hay porque sufrir o gastar nuestras fuerzas en intentar llevarlo mejor, la flor del nogal, permite que integremos lo nuevo de forma suave y progresiva, favoreciendo la adaptación. También en su proceso de concienciación, nos permitirá descubrir si el cambio es un error que no requiere adaptación, sino la solución del error.
Queda matizar con énfasis el segundo aspecto que cubre este remedio, que Bach enuncia con las siguientes palabras, _”El remedio da constancia y protege ante influencias externas”. Para esas etapas en las que estamos expuestos a presiones externas, influencias que llevan la intención de hacernos cambiar de opinión o rumbo, hacernos “cambiar de parecer “respecto a algo o alguien.